"Exposición colectiva en torno a los usos y apropiaciones de la pintura en artistas registrados en La cooperativa. Es una propuesta a título personal, donde quisiera que desaparezca la figura protagónica del curador. Deseo involucrarme como artista en una muestra colectiva que reúna obras que den cuenta de las particularidades del medio pictórico, su actualización en el arte contemporáneo y su relación con el contexto local. Artistas como Bernardo Montoya, Sara Milkes, Gustavo Niño, Julián León, Sebastián Fierro, Juana Anzellini y Natalia Castañeda, entre otros, han sostenido su interés en el potencial expresivo que este medio puede tener, a pesar de su anunciada muerte en la historia del arte y su posición aparentemente "anacrónica" ante otros medios. Estos trabajos insisten en las especificidades del medio —como la acumulación de pigmento y la conciencia del plano—, para proponer miradas en torno a la experiencia del espacio y del cuerpo. La muestra se complementaría con un impreso y un blog donde cada artista publicará un texto que responda a la pregunta: ¿Por qué pinta, después de todo?"
- Nicolás Gomez
http://proyectocooperativa.org/la_sala/evento/pintar-despues-de-todo/
-¿Por que pinta después de todo?
-Hablar de
"LA PINTURA" siempre resulta una tarea un poco extraña, probablemente
porque su lógica se aloja dentro del campo de lo inefable, el terreno de las
visibilidades y no de lo decible. Hablar de la pintura que escurre y cubre una
superficie, de la superposición de capas que se alojan una sobre la otra o
incluso de las decisiones compositivas y los sucesos accidentales de ciertas
manchas o goteos suele resultar infructuoso. Pareciera que solo se puede hablar
en los bordes de la pintura, en sus alrededores, que solo se puede hablar de
los contactos que esa cosa tiene con el mundo, con lo que la rodea, de los
circuitos en los que está insertada, llámense mercado, cultura o historia del
arte, pero hablar de la importancia que tiene el roce entre una superficie
blanca brillante con otra superficie blanca opaca viene siendo un ejercicio
bastante fútil. Sin embargo no se trata de un misticismo a ultranza o una
anacronía arbitraria puesto que esconderse detrás de tales silencios solo
lograría inflar algo que a larga es bastante sencillo. No creo que la pintura
sea un asunto demasiado complejo, se trata más bien de conjuntos de cosas diminutas,
ínfimas, como el color y la percepción, el efecto de la luz, superficies que se
yuxtaponen, capas de materia que se tocan y se cubren unas a otras. Creo que
fue Roland Barthes quien uso la expresión de “pequeñas soledades” al comienzo
de uno de sus libros.
Entonces,
ante su pregunta de ¿por qué, después de todo, pinto?, lo único que atino a
responder ahora es que si pinto hoy, después de "todo", es porque,
entre otras muchas razones, pintar me permite vivir en la superficie de las
cosas.